Buenos días a mis amigos de esta red social, les hago esta IMPORTANTE reflexión para esta época:
Desde nuestra infancia crecimos en una cultura navideña adonde se nos acostumbró a la manipulación de pólvora, la cual, ocupaba un lugar muy importante dentro de las actividades que realizábamos en el mes de diciembre, pricipalmente la noche del 24 y 31. Afortunadamente, nunca fui víctima de la pólvora, pero en mi vida profesional como médico he ido aprendiendo y teniendo conciencia de lo innecesario, lujoso y temerario de esta costumbre, les hago un análisis aproximado de lo que significa una persona quemada para el sistema de salud de El Salvador:
Una persona que sufre una quemadura sufre un trauma físico y emocional de un impacto muy grande para la víctima, para su familia y para la sociedad, no hay preferencia por edad ni género, obviamente existe más vulnerabilidad, en esta época del año, por el uso de pólvora, en la población pediátrica. Un niño con quemaduras graves necesita tratamiento altamente especializado que exige personal médico multidisciplinario, equipo, medicamentos, insumos e infraestructura acordes a la complejidad. En la Unidad de Cuidados Intensivos se invierte un mínimo estimado de USD$ 3,000.00 diarios, si la víctima sobrevive estará un promedio de 15 días lo que significa USD$ 45,000.00, luego el paciente vive una etapa de recuperación según la complejidad 4, 8 o más semanas en el hospital, puede tener un costo diario de UDS$ 1,000.00 diarios, si son 4 semanas sería USD$ 28,000.00 más, es decir un estimado mínimo total intrahospitalario de USD$ 73,000.00. Si tenemos un mínimo de 10 víctimas con quemaduras graves por pólvora se invertiría USD$ 730,000.00 en la atención de estos pacientes. Esta inversión se realizaría según la cobertura de la población salvadoreña por nuestro sistema nacional de salud, así: en un 72% por el Ministerio de Salud, en un 23% por el ISSS, en un 4% otros prestadores (Fosalud, INBM, Sanidad Militar, etc) y 1% por prestadores privados.
En un país con necesidades y prioridades tan evidentes en salud no podemos darnos el lujo de tener personas quemadas por pólvora. Más importante que la inversión financiera en su atención es el hecho de que las víctimas que no mueren quedan con secuelas físicas y psicológicas muy grandes que les reducen calidad de vida, posibilidades de estudiar, de trabajar, de desarrollarse en la sociedad.
Hago esta pequeña reflexión solo para que la consideremos a la hora de decidir participar o no en el uso de pirotécnicos en estas fiestas. Mis hijas ya estan cocientizadas y ya cambiamos la cultura con ellas.
En mi opinión el uso de pirotécnicos debe ser por profesioneles en ello.
No nos expongamos ni expongamos a otros.
Felíz Navidad, muchas Bendiciones y Próspero año 2016 para todos!!!!!!!!
Dr. Marlon Iván Reyes Gonzalez
Medicina Crítica y Cuidados Intensivos
Medicina Interna
Máster en Administración de Servicios de Salud
e mail: mr27365@gmail.com